EXTRATUBE,
el proyecto que desarrolla un tubo endotraqueal expansible para reducir las complicaciones al intubar a pacientes
La Fundación de Investigación del Hospital General Universitario de Valencia (FIHGUV) lidera el proyecto EXTRATUBE, que está desarrollando un tubo endotraqueal expansible para reducir los daños y complicaciones más frecuentes durante la intubación traqueal (procedimiento necesario para asegurar la vía aérea del paciente).
El investigador principal del proyecto EXTRATUBE es el Dr. Lucas Rovira, facultativo del servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor y jefe de sección de Cirugía Mayor Ambulatoria del Hospital General de Valencia.
El proyecto se financia gracias a una ayuda de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) –actual IVACE+i– para la valorización, transferencia y explotación por las empresas de resultados de I+D.
Innovación del proyecto. El proyecto EXTRATUBE busca rediseñar y mejorar el proceso de fabricación de los tubos endotraqueales elaborándolos a partir de materiales plásticos con memoria de forma que, a diferencia de los convencionales, tienen la propiedad de mantener una forma temporal comprimida. El diámetro reducido facilitaría la entrada en la tráquea y una vez alojado en ella en la posición correcta, se activaría el cambio conformacional expandiéndose al recibir un estímulo (generalmente un incremento de la temperatura) hasta adquirir el diámetro adecuado definitivo.
En el mundo se intuban al año 100 millones de pacientes con tubo endotraqueal.
Es una maniobra compleja que requiere seleccionar el tamaño de tubo apropiado. El especialista debe elegir uno entre los 18 tamaños distintos que existen, según sus diámetros internos (desde 2.5 mm hasta 11 mm), dado que el uso de un diámetro inadecuado produce complicaciones que continúan siendo muy comunes (dolor de garganta, afonía, ronquera, traumatismos laríngeos).
El tubo endotraqueal expansible EXTRATUBE cuenta con las ventajas de los diámetros pequeños (durante en la inserción) y de los diámetros grandes (una vez alojados en la tráquea) además de eliminar los inconvenientes de ambos; esto permite reducir los daños frecuentes al introducirlo y, al expandirse una vez posicionado en la tráquea, disminuir el trabajo respiratorio, el riesgo de obstrucción por secreciones y permitir realizar limpiezas bronquiales a su través al poder pasar un fibrobroncoscopio.
Para aumentar el tamaño del comprimido, una vez en la tráquea, recibe un estímulo térmico a través de un fiador, que genera que el tubo se expanda pasando de 5.5 milímetros a 7.5 milímetros, incrementando su diámetro en casi un 40%.
Las ventajas son:
Ahorro de costes al no tener que disponer de los 18 modelos de tubo endotraqueal.
Reducción del daño y complicaciones al paciente
Los costes de fabricación son similares y la forma de uso igual que los convencionales.